2015-10-04

Monsantofobia


En algunas personas es mayor el odio por las corporaciones que el amor por las personas.
-Dr. Kevin Folta

appleEs uno de los clichés más persistentes el señalar que la gente teme aquello que no entiende.  Pero el cliché persiste precisamente porque es cierto y no hay manera más sencilla de expresar su verdad; la historia está llena de gente bien intencionada poniéndose del lado equivocado de la historia por no querer molestarse en investigar o pensar demasiado.  Casi siempre, las cosas son más complicadas de lo que parecen y, en ocasiones, son completamente distintas a lo que se percibe a primera vista.  Aunque la educación suele ser un antídoto efectivo contra esto, hay ciertos puntos ciegos a los que gente relativamente educada sucumbe, particularmente en la llamada izquierda social.

La falacia naturalista


Solo porque las cosas son de cierto modo, o siempre han sido de cierto modo, no significa que así es como deberían ser.  Este es el famoso lema que formuló en primer lugar David Hume, en la forma de “no puedes derivar un debería a partir de un es”.  Sólo porque las cosas son de cierto modo en la naturaleza, no significa que así deberían ser.  La viruela, la polio y la lepra eran perfectamente naturales y nos deshicimos de ellas en cuanto pudimos sin pensarlo dos veces (bueno, la mayoría de nosotros).  Por si este punto no quedara claro todavía, invito al lector a considerar la siguiente secuencia de imágenes mostrando lo que hizo una garza con un lindo e inocente conejito que encontró en su camino:
Heron 1
Heron 2
Heron 3
Heron 4
Heron 5

La medicina moderna ha llevado nuestra esperanza de vida de 31 años a casi 70 tan sólo en los últimos cien años.  Esto es precisamente porque se han buscado maneras de sabotear los planes que la naturaleza tenía en mente para nosotros.

Transgénicos para principiantes


Desde el inicio de la agricultura y la domesticación de animales, los humanos hemos alterado lo que hubiera sido el curso natural de la reproducción de otros organismos.  Prácticamente todos los cultivos y animales domésticos que tenemos actualmente son el resultado de la cuidadosa manipulación de miles de genes a lo largo de cientos de generaciones.  La tecnología transgénica consiste en usar lo que se sabe acerca de los genomas de distintas especies de interés para acelerar este proceso, manipulando pocos genes a la vez (en lugar de miles) y así obtener resultados más allá de lo que se pudiera lograr solamente con selección artificial.

Los transgénicos han estado en uso desde hace más de 20 años.  Sus aplicaciones van desde la creación de fármacos hasta el desarrollo de alimentos que tienen mayor valor nutricional y requieren menos pesticidas y herbicidas.  Por si fuera poco, se avecina una crisis alimentaria todavía más aguda que la que se vive actualmente.  Tom Parret, de la revista Newsweek, reportó:

Las Naciones Unidas y los expertos dicen que habrá que duplicar la producción de comida para el año 2050, para el cuál se estima que la población mundial habrá aumentado de 7 mil a 9 mil millones de personas.  Eso está a solo 35 años de distancia, y no habrá más tierra arable para entonces.  De hecho, probablemente habrá menos.  Por ejemplo, se perdieron 73 millones de acres de tierra arable en EU entre 2002 y 2012, de acuerdo con el Departamento de Agricultura de EU (USDA); en los últimos años de sequía seguramente se han perdido aún más.  Mirando hacia delante, las condiciones para el cultivo solo serán más severas.

El hombre que prácticamente comenzó el activismo antitransgénico en los 90 por sí solo, Mark  Lynas, es ahora uno de sus principales defensores.  Su explicación, lectura obligatoria para cualquiera interesado en el tema, incluye lo siguiente:

Quiero comenzar con algunas disculpas.  Quiero que quede registrado, aquí y de frente, que quiero disculparme por haber pasado años denigrando los cultivos transgénicos.  Siento mucho haber ayudado a empezar el movimiento antitransgénico en los 90, y que al hacerlo asistí a demonizar una opción tecnológica importante que puede usarse para beneficiar al medio ambiente.

Como ambientalista, y como alguien que cree que todos en este mundo tienen derecho a la dieta sana y nutritiva de su elección, no pude haber escogido un camino más contraproducente.  Ahora me arrepiento completamente.

Así que se estarán preguntando—¿qué pasó entre 1995 y ahora que me ha hecho cambiar de opinión y venir aquí a admitirlo? La respuesta es sencilla: descubrí la ciencia, y en el camino me convertí en un mejor ambientalista.

El texto completo consta de más de 5000 palabras, y pueden verlo en forma de una charla que dio.  Otra versión más abreviada la encuentran aquí. Los puntos principales incluyen que insistir en cultivos “naturales” equivale a condenar a muerte a millones de personas; que no hay razones lógicas para preferir los métodos antiguos; y que las políticas públicas de los gobiernos han hecho que sea imposible para los pequeños productores competir con las grandes corporaciones, lo cual nos lleva al tema siguiente...

Monsanto


Una de las principales tácticas de grupos antitransgénicos, aparte de invocar la ya desacreditada falacia naturalista, es señalar que no existen suficientes estudios científicos acerca de su seguridad.  Eso es curioso, porque aquí hay 600.  No están precisamente escondidos.  La comunidad científica ha mantenido un consenso robusto de que son seguros para su consumo prácticamente desde que se empezaron a usar.  Al verse derrotados en el campo científico, los activistas cambiaron de táctica: atacar en el campo corporativo/social.

Monsanto es una de las corporaciones multinacionales más grandes del mundo, pero en el campo de la biotecnología tiene varios competidores, que nunca son mencionados, tales como Dow, Syngenta y Pioneer.  Los errores de comunicación y relaciones públicas de Monsanto están bien documentados, pero por sí solos se quedan muy cortos de explicar el odio que inspira en tantos.  Es de notar que la mayoría de los puntos señalados en contra de la corporación son simplemente falsos.  Aquí Manny Schewitz, de un sitio sumamente progresista, se atreve a molestar a algunos de sus correligionarios:

Frecuentemente escucharán acerca de cómo Monsanto demanda a agricultores por contaminación de sus semillas.  Sin embargo, de los cientos de miles de granjeros que compran semillas a la compañía anualmente, solamente han demandado a 144 entre 1997 y 2010, por violar sus derechos de patente o contratos con la compañía.  De todas esas demandas, solamente 9 han llegado a los tribunales y los fondos recuperados por Monsanto fueron donados.
Eso no es todo.  Más abajo uno encuentra esto:

Monsanto es vilificado por los grandes activistas orgánicos (sí, la industria orgánica es real y global, con un mercado de 63 mil millones USD) supuestamente por intentar hambrear o envenenar al mundo, pero han hecho mucho por combatir el hambre y promover la agricultura en el mundo en desarrollo, incluyendo países como Bangladesh.  Monsanto respalda la legislación para el etiquetado razonable de la comida, pero no está de acuerdo con las etiquetas propuestas por la industria orgánica, la cual intenta vilificar la tecnología transgénica a pesar de la falta de riesgos científicos.

Inclusive se le acusa a los transgénicos de provocar la muerte masiva de abejas, cuando la verdad es completamente distinta:

Los pesticidas neocotinoides (que no son un producto de semillas trans) han sido implicados como los posibles culpables del colapso de colonias de abejas, junto con varios parásitos y hongos.  También hay que señalar que la rotetona, un pesticida basado en la nicotina, ha sido usado por décadas en la industria orgánica y ha matado su parte de insectos polinizadores.

Los suicidios por parte de agricultores indios apenas valen la pena mencionar.  El mito es completamente inventado y está bien documentado, por ejemplo aquí.

La industria orgánica


¿Pero seguramente la gente tiene el derecho de consumir lo que quiera, no? Si después de todo esto, alguien se decide por “lo natural” existe la opción orgánica.  Lamentablemente, esto es solo una estafa, como nota Steven Novella en Science Based Medicine:

La supuesta superioridad de comida cultivada orgánicamente es un asunto aparte.  En una encuesta de 2003, 68.9% de los que compran orgánico dicen hacerlo porque lo consideran más sano (más que cualquier otra razón dada).  Sin embargo, cincuenta años de estudios no han producido evidencia alguna de que haya algún beneficio por consumir comida orgánica.  Así mismo, los estudios sistemáticos de la calidad nutricional de alimentos orgánicos no arrojan diferencias comparadas con alimentos convencionales.

Estos estudios están en acuerdo con los anteriores—los productos orgánicos no son más nutritivos ni sanos, pero sí más caros.
Y para rematar:
La agricultura orgánica sí usa pesticidas, pero solamente los “naturales”.  No hay evidencia de que estos pesticidas orgánicos sean menos dañinos para los consumidores o el medio ambiente.  Solamente se asume que así es gracias a la falacia naturalista.

Lo anterior, combinado con el hecho de que la mayor parte de la comida orgánica es producida por grandes compañías de la misma talla que Monsanto—y que buscan competir y desprestigiar a todo costo—es quizá la señal de ignorancia e hipocresía más grande del movimiento.

Conclusión


Como último recurso, los activistas antitransgénicos recurren a calumnias en contra de los investigadores y comunicadores involucrados.  Los científicos que están tratando de ayudar al público a entender el tema son acusados de estar vendidos y son sujetos a campañas de difamación y desinformación constante.  Esto es llevado a cabo por gente que lleva una vida cómoda y que no tiene que escoger entre comer o morir, sino simplemente entre comer bien o comer bien y pagar un poco más.  Estos activistas son ágiles para invocar a la ciencia cuando les conviene (digamos, en cuanto a cambio climático) pero incurren en el famoso doblepensar típico de las mentes con buenas intenciones, pero ultimadamente confundidas.

[ACTUALIZACIÓN 4 de Noviembre de 2015]: El doctor Kevin Folta ha anunciado que se retira indefinidamente de la divulgación científica, debido al hostigamiento por parte de los activistas anti-transgénicos.  Esto es sumamente lamentable; Folta era paciente, comprensivo, y siempre sincero.  Después de casi 20 años de abogar en pro de la ciencia y, sobre todo, en pro de la humanidad, el desgaste se acumuló al grado que considera que es mejor dedicarse a su investigación y sus alumnos.  Aquí el mensaje que dejó en redes sociales:

Folta

Hola a todos.  Seré breve.  Los ataques son incesantes, estoy bajo mucha presión en varios frentes.  Voy a tomar la oportunidad de desaparecer de la vista pública y enfocarme en mi laboratorio y mis estudiantes. Han sido tiempos retadores.  Aprecio su apoyo, estoy agradecido de sus deseos, pero esta batalla es despiadada y en un solo sentido, y creo que es lo mejor para mí dejar la conversación pública de la ciencia por el futuro previsible. Gracias.

Ejemplos de su bandeja de correo (cientos de estos cada día, además de redes sociales y eventos de divulgación) :

http://kfolta.blogspot.mx/2015/08/bringing-my-dead-mother-to-their.html

http://kfolta.blogspot.mx/2015/08/now-posting-in-craiglist.html


Enlaces útiles:
Dr. Kevin Folta, investigador y promotor de biotecnología:  http://kfolta.blogspot.mx/
Kavin Senapathy, comunicadora:  https://www.facebook.com/Ksenapathy?fref=ts





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